domingo, 2 de mayo de 2010
Una pocion magica..
Nos levantamos, Sancho y yo, y comenzamos a hablar de como nos sentiamos. Le conte a Sancho como esa bella princesa se me acerco. Despues llego el cuadrillero, y desde el momento que entro a la habitacion supe que estaba encantado, asi que empezo a hablarme, y yo muy tenazmente le pegue en la cabeza, de esa manera el encantamiento se el iba a quitar. Al momento le pedi a Sancho, unos cuantos ingredientes para la creacion de una pocion magica, que iba adesaparecer todos nuestros problemas, fisicos obviamente. Yo la probe yo primero, me produjo nauseas y un poco de vomito, le pedi a Sancho que se retirara de mi habitacion para asi poder descansar propiamente. Al dia siguiente, me senti muy bien, asi que se lo comente a Sancho. Tambien quiso tomar mi gran pocima magica, asi que le prepare un poco, tambien le dio nauseas y vomito, pero a diferencia mia, no le sirvio. La unica respuesta logica a esto es que las pocion solo le sirve a los caballeros y como Sancho no es un caballero no le sirvio. Despues de unas cuantas horas, le dije a Sancho que era hora de irnos. Cuando ibamos saliendo el alcaide me detuvo, y me dijo que le debia pagar por mi estadia, lo que me parecio muy extra;o ya que, yo como un caballero andante no debo pagar mi estadia en un castillo. Cuando le dijeron a Sancho el dijo que el escudero tampoco devia pagar su estadia. Hasta que un par de vandalos agarraron a Sancho y le tiraron una jarra de agua fria en la cabeza, despues de un buen tiempo dejaron a Sancho irse. Y asi proseguimos nuestro camino. Sancho y yo como usualmente empezamos a discutir, porque le dije que ese castillo estaba encantado, pero el me decia que no. Nuestra discusion ceso cuando vi dos humaredas a lo lejos. Mi explicacion logica era que cada humareda era perteneciente a un ejercito, y que estos ejercitos estaban batallando. Sancho y yo fuimos a una colina para ver la batalla. Mientras subiamos, le conte a Sancho de algunos personajes de las batallas, y de las armas que cada ejercito llevaba. Llegamos a la colina, y Sancho comenzo a decirme que eran tan solo reba;os de ovejas, pero yo sabia que no eran reba;os era una gran batalla. Asi que fui a batallar con ellos tambien, pero lo que no me esperaba era un ataque de mi mismo bando, con piedras. Finalmente le pregunte a Sancho que si el me podia revisar mi boca, porque creo que me quebre una muela, Sancho con solo ver un poco de mi boca, comenzo a vomitar. Despues de que Sancho se recuperara nos dimos cuenta que amobos teniamos mucha hambre pero como nos quitaron las alforjas, no pudimos comer nada. Cuando nuestra travesia continuo, decidi decirle a Sancho que nuestro destino estaba en sus manos y que dependia de el escoger cual camino era mejor para nosotros.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario