Nos despedimos de todas las personas que estuvieron presentes en el entierro, y nos retiramos. Empezamos a seguir a Marcelo, hasta que nos detuvimos cerca de un claro para dormir un rato. Me levanto un estruendo, y las quejidos de mi pobre Rocinante, asumo que el siguio a unas yeguas, y los due;os le empezaron a pegar. Asi que Sancho y yo salimos a defender a mi rocin. Pero como era 20 hombres o talvez mas, nos apalearon. Yo sabia que me derrota fue principalmente porque ninguno de esos hombres era un caballero, y los caballeros debemos pelear con los de nuestra misma especie, por asi decirlo. Asi que le dije a SAncho que debio pelear el solo, porque el no es un caballero y yo si lo soy. Sancho respondio diciendome que el era un hombre pacifico, y que no le gustaban las peleas. Salimos en busca de algun lugar para dormir. Encontramos un bellisimo castillo, y el ignorante de Sancho me dijo que era una venta. Tuvimos una discusion porque Sancho me aseguro que eso era una venta, cosa imposible porque yo con mis propios ojos lo estaba viendo y era un castillo. Una vez que llegamos al castillo, un alcaide nos atendio y nos dio un par de camas. Cuando llegue a mi habitacion, habia una bella damisela, no tan bella como mi Dulcinea; pero igual una damisela. Asi que agarre su mano, y la comence a alabar, cmo se debe hacer al estar en frente de una dama. Cuando senti un terrible golpe en mi espalda, era un harriero al parecer, y como mi cama no era muy fuerte esta cayo en el suelo, destrozada. El alcaide se levanto, pensando que habia sido culpa de su criada, asi que cuando llego le pego a Sancho. Un cuadrillero que estaba cerca de nuestra habitacion, acerco. Cuando el llego toda la pelea, se habia acabado, y todos salieron de la habitacion dejandonos a Sancho y a mi tendidos en el suelo.
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