Caballeros contra caballeros, asi si es justo...

Nos despedimos de todas las personas que estuvieron presentes en el entierro, y nos retiramos. Empezamos a seguir a Marcelo, hasta que nos detuvimos cerca de un claro para dormir un rato. Me levanto un estruendo, y las quejidos de mi pobre Rocinante, asumo que el siguio a unas yeguas, y los due;os le empezaron a pegar. Asi que Sancho y yo salimos a defender a mi rocin. Pero como era 20 hombres o talvez mas, nos apalearon. Yo sabia que me derrota fue principalmente porque ninguno de esos hombres era un caballero, y los caballeros debemos pelear con los de nuestra misma especie, por asi decirlo. Asi que le dije a SAncho que debio pelear el solo, porque el no es un caballero y yo si lo soy. Sancho respondio diciendome que el era un hombre pacifico, y que no le gustaban las peleas. Salimos en busca de algun lugar para dormir. Encontramos un bellisimo castillo, y el ignorante de Sancho me dijo que era una venta. Tuvimos una discusion porque Sancho me aseguro que eso era una venta, cosa imposible porque yo con mis propios ojos lo estaba viendo y era un castillo. Una vez que llegamos al castillo, un alcaide nos atendio y nos dio un par de camas. Cuando llegue a mi habitacion, habia una bella damisela, no tan bella como mi Dulcinea; pero igual una damisela. Asi que agarre su mano, y la comence a alabar, cmo se debe hacer al estar en frente de una dama. Cuando senti un terrible golpe en mi espalda, era un harriero al parecer, y como mi cama no era muy fuerte esta cayo en el suelo, destrozada. El alcaide se levanto, pensando que habia sido culpa de su criada, asi que cuando llego le pego a Sancho. Un cuadrillero que estaba cerca de nuestra habitacion, acerco. Cuando el llego toda la pelea, se habia acabado, y todos salieron de la habitacion dejandonos a Sancho y a mi tendidos en el suelo.

El amor mata..

Nos levantamos al dia siguiente, Sancho estaba preparando todo para irnos. Cuando llego un cabrero, anuncio la muerte de un pastor, que murio por su amor, llamada Marcela. Yo muy interesado por la historia, como siempre; le dije que me la contara, asi que el cabrero me conto como aquella moza rechazaba a todos los hombres que llegaban a su puerta. Llegaban hombres de todo tipo, su tio tambien le presentaba algunos mozos y ella nunca eligio a uno. Estaba dispuesto a ir al funeral de este pobre hombre, pero el cabrero me dijo que no era correcto que fuera ya que no conocia a aquel hombre. Nos fuimos a dormir, todos, los cabreros, Sancho y yo. Al dia siguiente de camino al funeral, decidi contarle a los cabreros mi historia. Les conte que soy un caballero andante, y que no le ofrezco mis batallas a Dios, sino a mi fermosisima Dulcinea del Toboso, mi amada. Cuando llegamos al funeral, estaba lleno de pastores, y habia una gran caja en donde estaba, el difunto Crisonomo; junto con muchas cartas, en donde Crisonomo, escribio sus ultimos versos. La cancion hablaba acerca de sus ultimos momentos vivo. Del amor no correspondido que tenia hacia Marcela. Durante el resto de la cancion se nombraron repetidas veces terminos como: celos, confusion, ausente.. lo que se referia a la belleza tanto fisica cmo emocional de Marcela. Finalmente las personas se dieron cuenta de la crueldad de Marcela y Ambrosio, un amigo de Crisonomo. Cuando acabo la cancion, aparecio Marcela diciendo que ella no tenia culpa alguna de la muerte de Crisonomo, ya que si tuviera que corresponder a todos los amores nunca acabaria, tambien dijo que ella vivia lejos del pueblo para no molestar a nadie, y que fue Crisonomo quien se dio ilusiones, sin que ella le diera esperanzas. Inmediatamente, me alie con Marcela, ya que no era posible que fuera culpa de ella la muerte, de este desdichado hombre. Al final, Sancho y yo nos estabamos encaminando hacia nuestro futuro, unos pastores nos dijeron que fueramos a Sevilla, tierra de aventuras. Pero le dije que no, no hasta que se acabara el mar de esta zona.

Viejos tiempos...

Le encomende a Sancho la labor de acomodar a mi rocin y a su burro, fue ahi cuando me dijo que el aroma mas delicioso habia llegado a su nariz. Cabra asada, asi que nos acercamos y vimos a algunos cabreros que estaban sentados alrededor de la cabra. Ellos nos vieron asi que nos ofrecieron comida, no se porque Sancho dijo que no, pero le dije que no fuera tan maleducado, ergo, comenzamos a comer. Mientras comiamos, empece a pensar en los tiempos viejos. Cuando los hombres eran buenos, eran mas comprensivos y todo era mejor; no como ahora que todo se tiene que resolver con los puños, y aunque yo sea un caballero andante y eso sea mi vida seria mejor arreglar las cosas sin necesidad de pelear. Seguimos comiendo hasta que aparecio otro cabrero recitando un romance. Ahh, la literatura, los libros, son lo mejor que hay. Cuando terminamos de comer y el cabrero termino de recitar. Uno de los cabreros me curo la oreja que tenia lastimada con unas hojas curativas que tenia, me gustaria saber de donde las agarro ya que son bastante necesarias para los caballeros andantes que nos lastimamos mucho. Al terminar todos nos fuimos a dormir, fue un largo dia; era hora de descanzar.

Nadie ofende a mi querida Dulcinea..

Sancho y yo proseguimos con nuestro camino. Nos detuvimos porque vimos a un vizcaino, y este se atrevio a ofender a mi fermosisima Dulcinea del Toboso... Mi bella Dulcinea, dama de mis ojos... Asi que para defender a mi amada decidimos pelear con el. Este era tremendo luchador, hasta logro herirme a mi en la oreja. Muy enojado y decidido con hacer pagar a ese hombre por lo que dijo, Rocinante y yo fuimos al ataque; lastimandole la cara al vizcaino. Baje de mi bello rocin, Rocinante, e iba a acabarlo a no ser de que admitiera que no hay mas bella que Dulcinea, lo que hizo obviamente asi que lo deje ir para que fuera y le pidiera a Dulcinea sus respetos. Reanudamos nuestro camino, Sancho penso que podiamos obtener algun dinero de el vizcaino, pero le asegure a Sancho que a ese hombre no se le podia obtener dinero. Despues nos detuvimos para un descanso y Sancho decide curarme la herida de la oreja. Entonces le conte acerca de un balsamo que lo cura todo al instante. Como no podiamos dormir en una iglesia porque habiamos ofendido a unos monjes, decidimos dormir al aire libre. Sancho saco una cebolla, pan y queso para cenar, tal vez no era un manjar pero me supo delicioso.

Gigantes malvados...

Despues de unas cuantas horas de haber salido con Sancho, nos encontramos con unos gigantes malvados que nos iban a atacar, asi que me empeñe en atacarlos de vuelta, muy extrañado Sancho me dice que son molinos, y le respondo que los estoy viendo con mis propios ojos, y que si el no me cree tendre que ir a pelear con ellos solo. Asi que me encamine a defendernos, pero mi lanza estaba rozando el suelo asi que nos tropesamos, y caimos, de repente los gigantes se habian ido, seguro les di un buen susto. Sin embargo una vez lei un libro de caballeria que decia que un caballero puso su lanza en un tronco, eso fue lo que yo hice.. bno mas bien lo que intente hacer. Al dia siguiente teniamos planeado ir a Puerto Lapice, en busca de aventuras, hasta que vi a dos hombres que llevaban secuestrada a una dama, ergo fui a defenderla de esos mozos. Despues los hombres escaparon, y cuando me iba a presentar a la dama, su escudero me ataco y me hirio en el hombro.

Mis queridos amigos.. los libros de caballeria..

Despues de que aquellos salvajes me dejaran tirado en el suelo, sin poder levantarme; no me quedo mas remedio que empezar a recitar algunas de las partes que recuerdo de mis amigos, los libros de caballeria, recuerdo cuando me pasaba el dia leyendo libros de caballeria, no dormia, no salia, no comia.. Al rato llego un hombre y reconociendome, me ayudo a levantarme y a recoger mis armas, las puso encima de Rocinante. Insistia en que le respondiera muchas preguntas, pero para evitarlas seguia y seguia recitando mis libros.. Finalmente llegue al pueblo, y ahi estaban en la entrada el cura, el barbero, la sobrina y la mujer. Despues de curarme les explique que obtuve todas mis heridas debido a la lucha que tuve contra a 10 gigantes. Dormi un rato en mi cama, y debo admitir, se sintio mucho mejor que dormir en el suelo. Desperte luchando con muchos enemigos, pero mi criada y el cura me detuvieron, dieron de comer y volvieron a acostar. Me desperte con ansias de leer mis libros de caballeria, pero cuando le dije al cura, respondio con una historia, acerca de como un mago llego a la casa y los hizo desaparecer. Durante 15 dias, estuve en paz, no busque aventuras, hasta no encontrar a mis escudero y recolectar suficiente dinero. Tuve que vender unas cuantas cosas mias, para conseguir dinero. Mas adelante conoci a Sancho Panza, un hombre dispuesto a cualquier cosa a cambio de dinero, o tierras. Asi que le ofreci una par de islas, si me acompaña en busca de aventuras. Obviamente Sancho accedio a mi ofrecimiento, asi que partimos al anochercer. Durante un rato de nuestro viaje, hablamos de las islas que le prometi a Sancho. Espero muchas aventuras, con mi rocin, mi nuevo escudero y muchos animos de mi parte.

De vuelta a casa.. pero no por mucho

Despues de dejar el castillo decidi ir a casa a recoger dinero, y algunas otras cosas. De camino a casa, vi a un hombre muy extraño que le estaba azotando a un niño inmediatamente me diriji hacia ellos, para detener a ese terrible hombre de la atrocidad que estaba haciendo con ese pobre niño. Enfrente al señor y le pregunte que porque le estaba pegando al niño;respondio diciendome que habia perdido unas ovejas y el hombre lleva 9 meses sin pagarle. Le hice prometer al hombre que le pagaria al niño y que no lo azotaria mas, y lo dejaria libre. Posteriormente me fui, imagino que el hombre siguio mi consejo y dejo al niño libre. Prosegui mi camino y llegue a un pueblillo en donde estaban conversando dos mercaderes, asi que decidi contarles de mi fermosisima Dulcinea, ellos dijeron que era manca y tuerta, pero no sabian a quien estaban ofendiendo, asi que los iba a atacar hasta que Rocinante, ese tonto rocin tropezo con algo del suelo y caimos juntos; mi armadura pesa bastante, asi que me fue imposible levantarme. Esas bestias, esos hombres me atacaron rompiendo mi lanza y despues de semejante barbaridad me abandonaron.

Como me converti en un caballero andante..

Soy un orgulloso caballero andante gracias a el alcaide, sin el nunca lo hubiera logrado. Imagino que el creyo que le iba a pagar, no estaba muy feliz despues de que le dije que no tenia dinero. Me dijo que en su libro de instrucciones decia que debia velar mis armas en la capilla, estoy muy seguro que no habia, porque estaba en construccion, asi que decidi velarlas en el patio y las vigile muy bien no queria que nada le pasara ni nadie se las robara. Llegaron dos hombres, muy misteriosos, desde el momento que los vi no confie en ellos. Los vi acercarse a mis armas asi que batalle contra ellos, lo estaba haciendo muy bien yo lo hice, lo mas probable es que yo iba ganando; hasta que llego el alcaide y detuvo a esos vandalos. Por fin fue hora de mi nombramiento, el alcaide dijo unas palabras y despues termino con un golpecito en cada uno de mis hombros. Una vez terminado las senoritas se sorprendieron mucho y me dijeron que me servirian de por vida, asi que les pregunte sus nombres; y les dije que de ahora en adelante se llamaria Doñas. Al amanecer me fui como todo un orgulloso caballero andante.

El comienzo..

Soy Alonso Quijano, un hidalgo de La Mancha. Obsesionado por los libros de caballeria, me di cuenta un dia que yo puedo ser un caballero andante, y tengo todo lo necesario para serlo. Mi sobrina y mi criada no estaban mi felices de mi decision, al igual que el cura quien no me apoyaba. Fueron ellos quien quemaron todos mis libros, ellos lo niegan, pero yo lo se. En fin busque entre las antiguedades de la casa y encontre unas armas, una lanza, unas espuelas, una celada y otras cosas de las que no me acuerdo muy bien. No me quedaban muy bien asi que decidi arreglarlas. Ahora necesitaba un rocin, es muy importante en un caballero andante. Ya sabia cual era, pero mi dilema fue nombrarlo tarde 8 dias en pensar un nombre, hasta que se me ocurrio algo tan simple como Rocinante. A la larga me di cuenta que un caballero andante tiene que tener un nombre, algo que aun no tengo, por lo que tarde otros 8 dias en pensar uno. Decidi que me llamaria Don Quijote y para honrar mi patria, termine llamandome Don Quijote de La Mancha. Sonaba como alguien muy importante a quien se le puede llamar cuando hay problemas. Me marche de la casa, en busca de aventuras. Sin embargo me di cuenta que me falta algo, una doncella de quien enamorarme, no conocia muchas asi que me se ocurrio Aldonza Lorenzo, figure que le podia cambiar el nombre a Dulcinea del Toboso. Ah, Dulcinea mi bella dama... Despues de tener a mi rocin, mi nombre, mi doncella y mi armadura decidi que ya era momento de salir. En los libros de caballeria nunca mencionaron que, nosotros los caballeros andantes ocuparamos dinero, asi que no lleve. Usualmente las personas al saber que se trata de una caballero andante le ofrecen posada y alimentos gratis. Me encamine pensando en mis objetivos como caballero andante, salvar a doncellas, deshacer agravios, enderezar entuertos, enmendar sin razones y algunos otros. Al rato pense en Dulcinea, Oh Dulcinea, mi doncella, la mas bella, vuestra fermosura no se puede comparar con nada. Un castillo se avecinaba. Al llegar conoci a su alcaide, quien parecia ser una persona muy humilde, este me dijo que si andaba buscando posada no la iba a encontrar ahi, todo lo demas en abundancia excepto posada. En el castillo habian dos doncellas, muy bellas ambas. Quede anonadado de lo libres que eran, no se preocupaban en nada y su manera de ser era muy diferente a las demas. El alcaide, despues de un rato, me ofrecio comida, un pescado que sobraba. Fue muy dificil de comer debido a mi celada que estaba un poco ajustada. El alcaide me pregunto si ya era un caballero, le dije que eso deseaba, pero en los libros de caballeria dice que me deben armar caballero. El alcaide se ofrecio diciendome que el tenia un libro con las instrucciones de como armar caballeros. Estaba dispuesto a seguir sus instrucciones para poder ser propiamente un caballero.