domingo, 25 de abril de 2010

El amor mata..


Nos levantamos al dia siguiente, Sancho estaba preparando todo para irnos. Cuando llego un cabrero, anuncio la muerte de un pastor, que murio por su amor, llamada Marcela. Yo muy interesado por la historia, como siempre; le dije que me la contara, asi que el cabrero me conto como aquella moza rechazaba a todos los hombres que llegaban a su puerta. Llegaban hombres de todo tipo, su tio tambien le presentaba algunos mozos y ella nunca eligio a uno. Estaba dispuesto a ir al funeral de este pobre hombre, pero el cabrero me dijo que no era correcto que fuera ya que no conocia a aquel hombre. Nos fuimos a dormir, todos, los cabreros, Sancho y yo. Al dia siguiente de camino al funeral, decidi contarle a los cabreros mi historia. Les conte que soy un caballero andante, y que no le ofrezco mis batallas a Dios, sino a mi fermosisima Dulcinea del Toboso, mi amada. Cuando llegamos al funeral, estaba lleno de pastores, y habia una gran caja en donde estaba, el difunto Crisonomo; junto con muchas cartas, en donde Crisonomo, escribio sus ultimos versos. La cancion hablaba acerca de sus ultimos momentos vivo. Del amor no correspondido que tenia hacia Marcela. Durante el resto de la cancion se nombraron repetidas veces terminos como: celos, confusion, ausente.. lo que se referia a la belleza tanto fisica cmo emocional de Marcela. Finalmente las personas se dieron cuenta de la crueldad de Marcela y Ambrosio, un amigo de Crisonomo. Cuando acabo la cancion, aparecio Marcela diciendo que ella no tenia culpa alguna de la muerte de Crisonomo, ya que si tuviera que corresponder a todos los amores nunca acabaria, tambien dijo que ella vivia lejos del pueblo para no molestar a nadie, y que fue Crisonomo quien se dio ilusiones, sin que ella le diera esperanzas. Inmediatamente, me alie con Marcela, ya que no era posible que fuera culpa de ella la muerte, de este desdichado hombre. Al final, Sancho y yo nos estabamos encaminando hacia nuestro futuro, unos pastores nos dijeron que fueramos a Sevilla, tierra de aventuras. Pero le dije que no, no hasta que se acabara el mar de esta zona.

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