sábado, 24 de abril de 2010
Viejos tiempos...
Le encomende a Sancho la labor de acomodar a mi rocin y a su burro, fue ahi cuando me dijo que el aroma mas delicioso habia llegado a su nariz. Cabra asada, asi que nos acercamos y vimos a algunos cabreros que estaban sentados alrededor de la cabra. Ellos nos vieron asi que nos ofrecieron comida, no se porque Sancho dijo que no, pero le dije que no fuera tan maleducado, ergo, comenzamos a comer. Mientras comiamos, empece a pensar en los tiempos viejos. Cuando los hombres eran buenos, eran mas comprensivos y todo era mejor; no como ahora que todo se tiene que resolver con los puños, y aunque yo sea un caballero andante y eso sea mi vida seria mejor arreglar las cosas sin necesidad de pelear. Seguimos comiendo hasta que aparecio otro cabrero recitando un romance. Ahh, la literatura, los libros, son lo mejor que hay. Cuando terminamos de comer y el cabrero termino de recitar. Uno de los cabreros me curo la oreja que tenia lastimada con unas hojas curativas que tenia, me gustaria saber de donde las agarro ya que son bastante necesarias para los caballeros andantes que nos lastimamos mucho. Al terminar todos nos fuimos a dormir, fue un largo dia; era hora de descanzar.
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