miércoles, 7 de abril de 2010

El comienzo..


Soy Alonso Quijano, un hidalgo de La Mancha. Obsesionado por los libros de caballeria, me di cuenta un dia que yo puedo ser un caballero andante, y tengo todo lo necesario para serlo. Mi sobrina y mi criada no estaban mi felices de mi decision, al igual que el cura quien no me apoyaba. Fueron ellos quien quemaron todos mis libros, ellos lo niegan, pero yo lo se. En fin busque entre las antiguedades de la casa y encontre unas armas, una lanza, unas espuelas, una celada y otras cosas de las que no me acuerdo muy bien. No me quedaban muy bien asi que decidi arreglarlas. Ahora necesitaba un rocin, es muy importante en un caballero andante. Ya sabia cual era, pero mi dilema fue nombrarlo tarde 8 dias en pensar un nombre, hasta que se me ocurrio algo tan simple como Rocinante. A la larga me di cuenta que un caballero andante tiene que tener un nombre, algo que aun no tengo, por lo que tarde otros 8 dias en pensar uno. Decidi que me llamaria Don Quijote y para honrar mi patria, termine llamandome Don Quijote de La Mancha. Sonaba como alguien muy importante a quien se le puede llamar cuando hay problemas. Me marche de la casa, en busca de aventuras. Sin embargo me di cuenta que me falta algo, una doncella de quien enamorarme, no conocia muchas asi que me se ocurrio Aldonza Lorenzo, figure que le podia cambiar el nombre a Dulcinea del Toboso. Ah, Dulcinea mi bella dama... Despues de tener a mi rocin, mi nombre, mi doncella y mi armadura decidi que ya era momento de salir. En los libros de caballeria nunca mencionaron que, nosotros los caballeros andantes ocuparamos dinero, asi que no lleve. Usualmente las personas al saber que se trata de una caballero andante le ofrecen posada y alimentos gratis. Me encamine pensando en mis objetivos como caballero andante, salvar a doncellas, deshacer agravios, enderezar entuertos, enmendar sin razones y algunos otros. Al rato pense en Dulcinea, Oh Dulcinea, mi doncella, la mas bella, vuestra fermosura no se puede comparar con nada. Un castillo se avecinaba. Al llegar conoci a su alcaide, quien parecia ser una persona muy humilde, este me dijo que si andaba buscando posada no la iba a encontrar ahi, todo lo demas en abundancia excepto posada. En el castillo habian dos doncellas, muy bellas ambas. Quede anonadado de lo libres que eran, no se preocupaban en nada y su manera de ser era muy diferente a las demas. El alcaide, despues de un rato, me ofrecio comida, un pescado que sobraba. Fue muy dificil de comer debido a mi celada que estaba un poco ajustada. El alcaide me pregunto si ya era un caballero, le dije que eso deseaba, pero en los libros de caballeria dice que me deben armar caballero. El alcaide se ofrecio diciendome que el tenia un libro con las instrucciones de como armar caballeros. Estaba dispuesto a seguir sus instrucciones para poder ser propiamente un caballero.

3 comentarios:

  1. Encantador, sencillamente parece estar viendo a don Quijote escribiendo.

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  2. gracias teacher! me costo bastante.. :)

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  3. Quien diría que encontraría semejante tintera que pudiera colmar un papel en blanco de semejantes ilusiones, ideales...
    Yo voy a seguir tu aventura quijotesca...

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